¿Qué sabe de
los “millennials”?
Gary Antonio Rodríguez Álvarez
Economista y Magíster en Comercio Internacional
Se los llama la Generación Y, sucesora de la Generación
X (de 1960 a 1980, en la que nací yo), que precedió a la Generación Baby Boom, posterior a la
Segunda Guerra Mundial (en la que nacieron mis papás); se les dice millennials -mileniales, en español- a los nacidos entre el primer quinquenio de
los ´80 hasta inicios del 2000 (Wikipedia.org), lapso durante el cual ¡nacieron
mis dos hijos!
A diferencia de la vaga delimitación
temporal donde hay consenso es en que los millennials
son jóvenes versátiles al cambio gracias a que la tecnología, la información y
la comunicación que están de su lado, al extremo que el teléfono inteligente (smartphone) casi hace parte de su cuerpo en función de las redes sociales; son profesionalmente
bien formados y prefieren trabajar en lo que les gusta, antes que en algo fijo.
Se dice de
que son muy críticos -exigentes- que reclaman autodeterminarse y el ser
escuchados sin importar su edad o experiencia, y la socióloga Kathleen
Shaputis los llamó la Generación
Peter Pan por su tendencia a retrasar su paso de jóvenes a adultos, y su
apego a vivir por más tiempo en la casa paterna (ibidem).
Nacieron en tiempos de
prosperidad -lo tuvieron todo fácil- de
ahí su propensión a ser egocéntricos e irreverentes en el trabajo, como se lee
en “Millennials: la generación malcriada
que quiere cambiar al mundo” (www.abc.es).
Pero, “los millennials también tienen virtudes a
explotar y enriquecer: aman la naturaleza, rechazan las injusticias y la
corrupción, respetan el medio ambiente, son solidarios cuando se los convoca en
redes, son más ejecutores que planificadores. Hay que ir por lo positivo, aún
hay esperanza para el futuro”, dice en su defensa Fernando López, CEO de la
prestigiosa LOLA GROUP, instando a tomar en cuenta esto a fin de aprovechar el
enorme potencial que ellos poseen.
Si bien la excepción hace a la regla, preocupa
que haya jóvenes que ni estudian ni trabajan (Ninis) y otros que siendo profesionales
y trabajando, no ayudan a sus padres.
¿Cómo educamos a nuestros
hijos? ¿Les damos tiempo o cosas a
cambio? ¿Qué hacemos frente a la absorbente tecnología? ¿Tienen límites de
horario? ¿Qué de sus responsabilidades en casa? ¿Nos importan tanto como para
disciplinarlos, así nos duela?
Si una situación indeseada se origina en casa, la solución está en casa
también. Dios dice que si nos volvemos a Él, Él se volverá a nosotros. Hay
que implantar la Palabra de Dios en el corazón de los millennials para que ellos y sus generaciones, no sufran...
Para descargar: http://www.eldeber.com.bo/opinion/Que-sabe-de-los-millennials-20171114-0068.html
"EL DEBER" - DIARIO MAYOR, Santa Cruz, 15 de noviembre de 2017
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